September 20, 2021
Llegamos a tener libros favoritos, aquellos que recordamos y conservamos porque han adquirido un alto valor para nosotros por distintas razones. Awesomely Simple, de John Spence, es uno de mis libros preferidos de todos los tiempos.
Fue en el verano del 2010, cuando me encontraba de vacaciones en la ciudad de Seattle que descubrí este valioso material editorial. Como es mi costumbre, acudí a la librería Barnes & Nobles a escoger algunos libros de la sección de negocios para sentarme en un rincón de la librería a hojearlos y decidir cuáles comprar.
Recuerdo muy bien que fue el primer libro que decidí hojear y el único que adquirí ese día. Es probable que tenga que ver con el hecho de que justo en ese momento me encontraba buscando respuestas a distintas interrogantes sobre la dirección de mi negocio. Estas respuestas comencé a encontrarlas en las primeras páginas.
En cuanto terminé de leer el libro comencé a seguir la trayectoria del autor, sus publicaciones y trabajo intelectual. Decidí contactarlo para elogiar su trabajo y expresarle mi agradecimiento, puesto que su libro fue para mí el parteaguas que instauró las bases para transformar mi liderazgo como director y asesor. Esto sucedió hace ya 11 años y hoy, John no sólo se ha convertido en un entrañable amigo, también es mi mentor, del cual he adquirido grandes aprendizajes.
John Spence ha tenido una vida singular y exitosa, siendo director de varias empresas y un estudioso constante del mundo de los negocios de alto nivel, además, John es reconocido como uno de los principales líderes de pensamiento empresarial y expertos en desarrollo de liderazgo del mundo. Spence es un estratega, un pensador revolucionario que establece en su trabajo un vínculo entre lo económico y lo humano; la honestidad con la que guía sus reflexiones logra que la aplicación de lo aprendido sea inmediata.
He compartido con ustedes que para recomendar con objetividad el material bibliográfico que reseño tomo en cuenta valores fundamentales en los libros. El primer aspecto gira en torno al contenido y la información que nos ofrece, su relevancia, sentido y congruencia. De la misma forma, expongo aquellos textos que discursivamente se encuentran bien estructurados y, como segundo aspecto, es muy importante para mí que la información que adquieras pueda ser implementada o ejecutada en tu empresa o persona. Spence logra en Awesomely simple eso y más.
El libro está compuesto por capítulos en los que establece los puntos importantes que encontrarás a lo largo de la lectura, además de una sección de preguntas para auditar tu realidad conforme a lo que Spence expone. Es relevante la sección de preguntas para trabajar con tu equipo y la exposición de casos reales para entender con mayor claridad. Es así como Spence denota su capacidad de transmitir sus conocimientos de manera enriquecedora y ejecutable.
En seis capítulos, Spence nos presenta e introduce a los temas que se requieren para lograr un negocio exitoso. La filosofía de John va de la mano con la idea de que debe ser fácil y divertido dirigir un negocio, y créanme, aunque eso se lee como una utopía, fantasía o panorama poco creíble, Spence lo ha conseguido en este libro. Para algunos de ustedes, los conceptos que encontrarán serán conocidos, inclusive los han estudiado; sin embargo, la forma en la que el autor los plantea abre un gran espectro que te puedo asegurar no conocías. Es ahí donde a mí me abrió los ojos.
Debo advertir que este es uno de los libros que vas a tener que releer en distintas etapas de tu vida y regresarás a él para aprender una y otra vez sobre las situaciones que estás viviendo en tu organización, como un grimorio que contestará tus preguntas para ayudarte avanzar. El valor fundamental de este libro radica en ello, su utilidad perdura con el paso del tiempo.
Para Spence, existen algunos aspectos que considera esenciales para alcanzar el éxito en tu empresa, cada uno de estos aspectos se encuentran explicados a detalle en cada capítulo de libro; sin embargo, decidí contarles cómo se aplican desde mi experiencia.
¿Cuántos de nosotros tenemos una visión clara de nuestro negocio?, ¿cuántas veces hemos llegado a comunicar esta información y a quiénes? Si preguntáramos a nuestros empleados la visión de la empresa, ¿qué respuesta darían? Spence nos plantea ésta y otra serie de interrogantes en el primer capítulo, guiando al lector con las herramientas precisas para que tenga la facultad de convertir la visión de su propia empresa en una realidad.
En distintos negocios me he dado a la tarea de comunicar la visión a todos mis empleados de forma continua, siempre tratando de expresar algo que apoyará al equipo con el fin de solidificar la comprensión de la visión de la empresa. Fue notorio cómo al establecer y comunicar esta información se modifica la conciencia de los empleados, al entender su responsabilidad dentro de la organización y esto realmente facilita la inclusión de nuevos estándares y políticas, todo ello con la finalidad de alcanzar una base más sólida para alcanzar la visión de tu empresa. ¿En tu empresa existe una visión clara que todos conozcan y entiendan?
Una de las frases que han quedado muy grabadas en mí, es la siguiente: “tu empresa debe convertirse en un imán de atracción de buenos talentos”, y es que es innegable esta indicación, pues reafirma el éxito de tu empresa tal como Spence lo indica: “una empresa exitosa es aquella que crea una cultura para contratar, capacitar y hacer mejores a los talentos que puedas contratar”. Al leer este capítulo, de forma inmediata llevé a cabo una autoevaluación, es así como pude darme cuenta si en realidad estaba ejecutando las acciones necesarias para atraer buen talento y retenerlo.
He tenido todo tipo de experiencias con el talento humano, buenas, malas y algunas sorpresas. Por lo general, cuando colaboro en una empresa puedo observar a directivos que desgraciadamente se conforman con talentos mediocres o simplemente no entienden que el talento contratado hará la diferencia entre tener una empresa exitosa o una que no logrará su potencial. Gracias a John he aprendido que es mi obligación como director buscar buenos talentos de forma continua y comprender que el tiempo mejor invertido radica en la búsqueda del talento que te ayudará a lograr los objetivos que te has propuesto.
Spence incluye el tema de la cultura ganadora y cómo en ésta “[…] los empleados que están altamente comprometidos son el mayor impulsor de la satisfacción y lealtad del cliente, que a su vez es el impulsor número uno de la rentabilidad organizacional y el éxito a largo plazo.” “El talento que trabaje dentro de tu organización está directamente relacionado con el éxito de la empresa”, es una de las frases que quedarán en tu mente para la reflexión.
La comunicación es uno de los principales problemas que se observan en las organizaciones, Spence analiza que no sólo se trata de comunicación, sino que la empresa requiere que ésta se lleve a cabo de forma abierta, honesta, sólida y valiente, concuerdo completamente con John.
Sería un éxito que todo empleado de la empresa fuera capacitado en el arte de tener una buena comunicación, una que contenga elementos estratégicos necesarios y que además suceda en un ambiente y espacios seguros. La comunicación radica en saber escuchar y John abunda en los 4 niveles que considera necesarios para ser un buen escucha.
En lo particular, la sección que he explotado a profundidad es la de manejo de conflictos. Aprendí a conducir situaciones incómodas y al mismo tiempo sacar lo mejor de la otra persona, aprovechando la resolución del conflicto para acordar acciones constructivas y de beneficio para ambos y la empresa. Posiblemente, si reflexionas, te darás cuenta que todo en tu empresa se basa en una buena comunicación y seguro muchos de los desastres que se han presentado pudieron evitarse con una forma de comunicación como la propone John en este capítulo.
Spence inicia este capítulo con una sentencia completamente aplicable: “El sentido de urgencia lo podemos exponer como la capacidad que tiene la organización para ser rápida, adaptable y ágil para que las cosas importantes sucedan ahora."
Esta afirmación cobra toda la fuerza en la actualidad, por los ajustes, aprendizajes y adaptaciones que toda empresa y nosotros mismos hemos tenido que hacer desde el inicio de la pandemia. En el contexto en el que estamos viviendo, si no te mueves rápido y te adaptas, desapareces. El reto, crear una cultura que permita a tus mejores talentos agregar un sentido de urgencia y eliminar todos los impedimentos posibles para poder agilizar y liberar el flujo de información en todos los niveles de la organización. Los líderes exitosos le dan a su gente todas las herramientas, información y recursos que necesitan para sobresalir en su trabajo y no estorbar.
La siguiente fórmula lo ejemplifica claramente
Para Spence, las empresas que crean un éxito sostenido se centran claramente en un conjunto de competencias básicas y luego ejecutan implacablemente esas competencias para crear una ventaja estratégica ante la competencia. Las que fracasan pueden tener las mejores intenciones, personal adecuado, excelentes productos y un plan sólido para el éxito, pero no pueden entregar resultados porque no son disciplinados en su ejecución.
Debido a que anualmente sólo el 10% de las empresas logran ejecutar los planes e iniciativas principales, John ha creado 9 pasos para asegurar tener una ejecución con disciplina en tu organización. Estos 9 pasos son el resultado de más de 20 años identificando patrones que se dan en las organizaciones, mismos que no permiten a la enorme mayoría de las empresas ejecutar sus iniciativas principales de forma correcta y continua.
En palabras de John, “una cultura orientada al rendimiento exige una ejecución operativa impecable, fomenta la innovación continua y se niega a tolerar la mediocridad”, es con esta oración que John nos presenta su ejecución con disciplina.
Un concepto muy socorrido por los clientes y seguidores de John, es “el momento de la verdad” o los momentos de la verdad dentro de una empresa. Aunque cada paso es importante, hay algunos momentos críticos que tienen mucho más peso en la mente del cliente.
Este es el capítulo que más apoyo me ha brindado y se relaciona directamente con el hecho de mi especialización en el área comercial, pues las ventas son el objetivo final de todo negocio y es por ello que al igual que Spence, considero que focalizar con extrema atención al cliente es una parte fundamental para tener un proceso comercial exitoso.
Las empresas que han identificado sus momentos de la verdad crean sistemas y procesos para garantizar que la experiencia que vive el cliente con su producto se encuentre libre de errores y llena de valores que el cliente desea recibir. John acompaña este concepto con herramientas para ayudarte a identificar los momentos de la verdad en tu empresa y cómo lograr que tengan una ejecución impecable todos los días.
Gracias a esta sección aprendí a escuchar mejor a mis clientes, a entender las razones por las que compran mi producto y continúan conmigo. Me invitó a reflexionar sobre lo que tendría que pasar, o lo que yo tendría que dejar de hacer para que ellos ya no me compren.
Lo triste, y concuerdo con John, es que la gran mayoría de los directores hacen muy poco al respecto, no se involucran en conocer a sus clientes, no acaban de entender que el verdadero éxito de su negocio está en conocer a sus clientes cada vez mejor y así buscar hacer que tu producto o tú se vuelvan indispensables para tu cliente. ¿Eres de las personas que conocen bien lo que sus clientes piensan de ti y tu producto?
Spence concluye el libro con una sección en la que te guía para comenzar a realizar los cambios que tu empresa necesita basándote en sus 6 principios. De esta forma podrás analizar y reafirmar cuáles espacios requieren de tu atención.
Me parece fascinante la frase con la que cierra el libro:
“¿Estás dispuesto a aplicar el enfoque, la disciplina, y la acción necesaria para utilizar la información de este libro para hacer que tu organización sea realmente exitosa? Mi gran esperanza es que lo estés.”
Termino esta reseña con lo que para John ha sido el aprendizaje más importante hasta el momento, y se resume en la siguiente frase: “Te conviertes en lo que te enfocas y te vuelves como las personas con las que pasas tiempo”.
De verdad te invito a leer este libro, espero que descubras, al igual que yo, las respuestas que resignificarán tu función como director, pues para mí ha significado optimizar mi gestión como empresario y al final se ha traducido en un mejor equipo de trabajo que ha generado un mayor ingreso en mis negocios. El libro lo puedes encontrar en amazon.com
Espero que podamos compartir nuestras ideas e inquietudes, envíame un correo a alejandro@alejandrobs.com y con gusto te acompañaré a encontrar la ruta hacia una empresa exitosa